Zarek de Moesia | ID

~ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

~ Atributos: Colmillos afilados y alargados, piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

~ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones leves.

~ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza.

~ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.

~ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.

~ Inflingir dolor por medio de la mente: Capacidad que consiste en infringir dolor a una persona. Esto sólo funciona por medio de la concentración mental y el contacto visual.

~ Manipulación de la memoria: Concede la amnepatía y la recuperación mental, además ver los recuerdos de la gente y si se quiere proyectarlos en imágenes visibles para todos. También se puede aturdir a la gente mediante confusiones mentales dejándolos como "Enfermos mentales", pero solo temporalmente. Es muy difícil usar esta capacidad sin contacto ya que se requiere de mucha experiencia.

Zarek nació durante el año 155 AC en Moesia, era el hijo no deseado de un senador romano y una esclava griega. Apenas un momento después de su nacimiento, su madre entregó al niño a un criado con órdenes de matarlo, pero el criado se apiadó del niño y se lo llevó a su padre quien no le dio más importancia al bebé que su madre. Así es que Zarek se convirtió en el chivo expiatorio de una noble familia romana.

Su padre, conocido por ser despiadado y cruel, enseñó a todos sus hijos reconocidos a ser de la misma forma, considerando débil a quien no lo fuese. Valerius, apenas 2 años mayor que Zarek, fue el único de sus hermanos que se mostró amable y por eso Zarek lo odió más que a los demás, ya que cada vez que Valerius lo defendía el castigo era aún peor, para enseñarle al romano que no debía tener piedad con nadie, incluso con su hermano.

A la edad de 15 años, su padre pagó a un comerciante de esclavos para deshacerse de él, como último recurso para que Valerius dejase de mostrarse débil. Por 5 años trabajó para el comerciante; como el esclavo de menos valor, era puesto en las peores tareas, dormía en el peor de los calabozos y comía los desperdicios de los demás. En toda su vida humana nunca probó un plato de comida caliente o un trozo de pan tierno.

Una mujer de clase alta lo compró entonces, argumentando sentir lastima por la pobre criatura indefensa que Zarek era; pero la verdad detrás de su ‘buena acción’ es que necesitaba tener un esclavo totalmente fiel a ella, con la finalidad de que vigilara la puerta mientras ella se escondía con su amante y los alertara en caso que su marido llegase a casa.

El fin de sus días como humano llegó cuando, durante uno de los encuentros de su ama con su amante el hombre comenzó a golpearla brutalmente. Zarek se distrajo de su oficio e intentó ayudarla. El amante de su ama escapó y, antes que nadie se diese cuenta, Zarek se escabulló al calabozo donde dormía. En cuanto el dueño de la casa llegó, escuchó los gritos furiosos del hombre. Lo siguiente que ocurrió jamás se lo habría esperado. La infiel mujer lo había acusado de ser quien la había violado y golpeado para no ser descubierta y, en consecuencia, fue brutalmente golpeado antes de ser arrastrado al centro del pueblo donde, yaciendo sus manos y rodillas fue apedreado hasta casi la muerte.

Fue allí donde, a la medianoche, fue encontrado por su salvador. Acheron le dio a elegir, morir entonces o vivir eternamente en las sombras, pero puso sus condiciones. Si iba a permitirle vivir, Zarek tendría que servir a su causa, a lo que él aceptó si se le permitía un único acto de venganza.

Tras ser convertido, el desvalido esclavo se convirtió en un luchador. Aprendió a defenderse y jamás volvió a agachar la cabeza ante nadie. Paga golpe con golpe. Acheron le enseñó todo lo que sabe y, aunque convivieron juntos largo tiempo, nunca fueron especialmente cercanos pero Zarek decidió viajar sólo cuando se enteró que Ash había convertido también a su hermano Valerius, a quien no podía ver ni en pintura, y su desprecio por todo el mundo aumentó exponencialmente.

Por muchos años viajó completamente solo, encontrándose esporádicamente con Acheron o con aquellos que por él habían sido convertidos, incluso con su medio hermanos, con quien siempre que se veían peleaban hasta quedar ambos gravemente heridos. Por su carácter y manera de proceder todos sus ‘hermanos’ le temían y pensaban que estaba loco, incluso Ash renegaba en ocasiones de él, sin saber que su desconfianza y rechazo lastimaba aún más al ex esclavo.

Irónico, sarcástico, con un humor de los mil demonios y un odio visceral por casi cualquier persona que se le atraviesa. No conoce la confianza, la ternura y mucho menos el amor y la compasión. Podía reconocer el humor, pero no era el tipo de hombre que hacía chistes o producía sonrisas en otras personas, especialmente no en una mujer.

Odia que lo toquen. Nunca conoció la calidez de un abrazo y las únicas veces que fue tocado por alguien siempre lo lastimaron. Como ex esclavo, aunque trabaja y gana muchísimo dinero, no necesita mucho para sí mismo, por lo que la mayor parte de sus ingresos son donadas a causas benéficas.

Lo que él llama hogar no es más que un pequeño departamento de un solo ambiente (cocina, sala, comedor y cama) y un baño aparte, eso sí, con todas las comodidades que se pudiesen adquirir para la época.

~ Odia a todo el mundo, pero a quien más odia es a sí mismo.
~ Siempre que intenta hacer algo bien por otra persona, es rechazado o malinterpretado, pero él nunca aprende y sigue haciéndolo.
~ Aunque desprecia su existencia, prefiere seguir viviendo pues sabe que muchos lo desean muerto.